Mendoza continúa ubicándose como uno de los principales destinos turísticos y multiplicando su oferta, ampliando también las plazas hoteleras. Se viene trabajando muy bien en este plano y precisamente por eso es que hay que insistir en esta tesitura y profundizar los esfuerzos.
Los números son determinantes: Mendoza ha ampliado sustancialmente la recepción de turistas, las plazas hoteleras se multiplicaron en los últimos años y aún así la ocupación alcanzó cifras importantes durante el último fin de semana largo.
Los parajes de alta montaña como Uspallata, Potrerillos y Cacheuta registraron entre un 85 y un 90% de ocupación y en el ranking de preferencias le siguieron San Rafael, con un 85%, Tupungato, con un 72% y el Gran Mendoza, con más de la mitad de las plazas reservadas.
En el plano de la economía, el turismo se consolida como el principal ingreso después de los hidrocarburos en razón de que, según el propio Ministerio de Turismo, a razón de un gasto promedio de 350 pesos por persona, en sólo 4 días quedaron en la provincia más de 23 millones de pesos.
Varios han sido los aspectos que se han concatenado para que la provincia alcance un fuerte nivel de atracción entre los amantes del turismo. Mendoza cuenta con una belleza natural inigualable otorgada por la montaña y los valles cordilleranos y a ello debe sumarse el trabajo desarrollado en el enoturismo.
Las bodegas no sólo se dedicaron a elaborar muy buenos vinos, sino que ampliaron su oferta e hicieron importantes inversiones para recibir visitantes. Así lo reconocen los propios especialistas, quienes coinciden en señalar que el enoturismo logró consolidarse y ahora se suman el turismo olivícola, el rural y el gastronómico a los denominados productos tradicionales.
No es de extrañar, en ese marco, que sean los departamentos del Valle de Uco los que más han evolucionado en cuanto a plazas de alojamiento en el período 2003-2011 y que los departamentos de Tunuyán, Tupungato y San Carlos hayan crecido, en ocho años, un 207% en cantidad de establecimientos hoteleros, un 254% en número de habitaciones y un 321% en plazas disponibles; mientras que a nivel general la provincia, para los mismos ítems, haya crecido un 138, un 69 y un 79% respectivamente.
Ese crecimiento es fiel reflejo del importante cambio que se produjo en esa zona local en lo que a producción se refiere. Es en el Valle de Uco donde se han instalado los principales emprendimientos vitivinícolas de la última década.
Los números también indican que actualmente el 90% de la oferta de alojamiento provincial está centralizada en el Gran Mendoza y el Sur provincial. De allí que resulte interesante la iniciativa de las autoridades de Turismo, en promocionar a Mendoza como sede de congresos y de ferias internacionales, a los efectos de aprovechar al máximo la infraestructura que ofrecen los hoteles de cuatro y cinco estrellas con que cuenta la provincia.
Cuando se habla de turismo a nivel internacional, los profesionales ponen como ejemplo la iniciativa de España de ubicar a dicha actividad como su principal ingreso, a pesar de no contar con las posibilidades que brindaban el glamour de París en Francia, la historia de Roma en Italia, o la grandilocuencia de Londres.
España aprovechó que se convirtió en la puerta de ingreso a Europa para desarrollar un turismo más económico y los resultados fueron más que interesantes en razón de que al poco tiempo la cantidad de turistas que ingresaron anualmente resultó igual a la población del país.
Con más de un millón de visitantes por año, Mendoza se ha consolidado como uno de los principales centros de atracción turística del país. Pero hay que seguir trabajando, especialmente en la concientización del mendocino respecto de la importancia que la industria sin chimeneas tiene para la provincia.
Porque la bonhomía, la humildad y la calidad humana del mendocino también han contribuido a ese importante crecimiento.